Encuentro Premeditado (Laura Salas)

Charlas Pastores Luis Salas y Jeannette Noguera, Iglesia ETP

Lucas 19:5 “Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose yo en tu casa”.

Este relato Bíblico es el ejemplo sencillo del porque Jesús vino a este mundo, no para darnos lecciones religiosas, ni lecciones de moral, ni vino a darnos un gran ejemplo de amor y sacrificio por lo demás, el vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.

Desde que Adan y Eva decidieron apartarse de Dios, en el recorrido de las escrituras vemos como Dios busca al hombre para salvarlo y redimirlo, de hecho en el libro de Génesis justo después del acto de desobediencia, el mismo Dios busca a Adan y en Génesis 3:9 le pregunta ¿Donde estás tu? no porque no supiera donde estaba físicamente sino para concientizarlo de que estaba perdido después de haber pecado.

En la carta a los Romanos 3:11 “… No hay quien busque a Dios”, cuando alguien encuentra a Dios es porque Dios lo buscó primero y esto se fundamenta en Ezequiel 34:16 “Yo buscaré la perdida, y haré volver al redil la descarriada; vendaré la perniquebrada, y fortaleceré la débil;”, el mismo Jesús declaró en la parábola, Lucas 15:4-7 “¿Qué hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va tras la que se perdió, hasta encontrarla Y cuando la encuentra, la pone sobre sus hombros gozoso; y al llegar a casa, reúne a sus amigos y vecinos, diciéndoles: Gozaos conmigo, porque he encontrado mi oveja que se había perdido. Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento”. Este es el propósito de la encarnación de Jesucristo:

1. Siendo Dios, decidió venir al mundo, asumió la naturaleza humana a través del vientre de María, para buscar y salvar lo que se había perdido; el término “perdido” significa arruinado, destruido, echado a perder, se trata de una condición espiritual profunda y terrible; Aunque los hombres pueden alcanzar muchos logros en varias áreas de su vida, el hombre está perdido en cuanto al propósito fundamental de su existencia: “vivir para la gloria de Dios”, “reflejar el valor supremo de Dios”, “reflejar la santidad de Dios”; el ser humano está separado de Dios tal y como lo describe la carta a los Éfesos 4:17-18 “Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente, teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón;” esto lo puedo comparar con una lámpara desenchufada que se ve bonita cuando se utiliza como un adorno pero sin cumplir su función, es una lámpara inútil, no produce luz, no funciona para lo cual fue diseñada.
2. Jesús vino a buscar y a restaurar nuestra relación con Dios, vino a devolvernos el propósito verdadero para el cual fuimos creados.

De esto se trata la historia de Zaqueo, no se trata de Zaqueo, se trata de Dios que nos busca y nos salva en Cristo Jesús, Dios es el protagonista, no el hombre de baja estatura.

Zaqueo era el jefe de los recaudadores de impuestos, un hombre rico en Jericó, Lucas 19:1-2, Jericó en ese tiempo era un paraíso, el rey Herodes había hecho de Jericó una especie de ciudad vacacional, muchos importantes oficiales del gobierno, mercaderes tenían en Jericó sus casa vacacionales, era comercio era sumamente próspero y tenían relaciones comerciales con Damasco, Tiro y Sidón en el norte; Cesarea y Jope en el occidente y con Egipto en el sur; era estratégico por ser un lugar de paso obligatorio, por tal razón los impuestos que allí se cobraban eran lucrativos para el imperio romano.

Los encargados de cobrar todos estos impuestos eran los publicanos “odiados por demás y con mala fama”; Zaqueo era el jefe de los publicanos, era rico y extorsionador y lo irónico de su nombre “Zaqueo = Puro e Inocente”, de baja estatura el cual se sube a un árbol de sicómoro para ver a Jesús cuando él pasaba por Jericó.

Zaqueo, hombre rico, corrupto, despreciado y marginado interesado en ver a Jesús, era un observador sin una relación personal con Jesús. Zaqueo estaba tan interesado que se adelantó a la multitud para ver a Jesús pasar, hasta ese punto, solo había sido un espectador; si el interés de ver a Jesús era grande, el interés de Jesús por Zaqueo era inmensamente mayor; este encuentro fue propiciado por Jesús y no por Zaqueo, Lucas 19:5 “Jesús llegó al lugar, miró hacia arriba y le dijo: Zaqueo date prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose yo en tu casa”, Jesús conocía a Zaqueo y también sabia el escándalo que iba a generar, pero ninguna de esas cosas era importante para Jesús porque él vino para salvar lo que se había perdido, esa fue la misión de Jesús en Jericó antes de sufrir la muerte en la cruz… salvar a Zaqueo. Hoy tu has venido a este lugar porque Jesús quiere cumplir su misión contigo, traer salvación, sanidad y bendiciones a tu vida, tu familia y tu descendencia.

Zaqueo un corrupto, un marginado social alcanzado por la gracia de Dios; Zaqueo lo recibió gozoso y su transformación fue radical, Lucas 19:8 “Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado”; Le llama Señor, reconoce su mal proceder al afirmar su disposición dar la mitad de sus bienes a los pobres y de devolver cuatro veces lo robado.

Lucas 19:9-10 "Jesús le dijo: Hoy ha venido la salvación a esta casa; por cuanto él también es hijo de Abraham. Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido”.

Ministración: Hoy Jesús esta en medio de nosotros y se detiene debajo de nuestro "árbol sicómoro” porque quiere venir y quedarse con nosotros. Quizás no de forma tan literal, pero el Maestro mismo dice en: Apocalipsis 3:20, "He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.” Esto es muy similar a lo que Él le dijo a Zaqueo.

Jesús está invitando a las personas hoy, tal como lo hizo entonces, a abrir las puertas de sus corazones y aceptarlo como Señor en sus vidas, de sus familias y de sus descendencias, en el caso de Zaqueo, esta invitación cayó en tierra fértil. Que así también sea con nosotros, y que podamos entender las palabras que Jesús nos está diciendo personalmente.