Acurrucado en tu regazo en medio del dolor, en la guerra por nuestro corazón

Ricardo Claure Peñaloza PODCAST

“Hay un Poder sobrenatural de un Dios de verdad, y si tú lo buscas de corazón, en sus brazos Él te ha de acurrucar y te ha de dar la Fuerza para perdonar todo cuanto hayan podido hacer contra ti. La base de su Poder es su AMOR.

Por eso debemos acudir a la única y principal obra de Luz: la muerte del Señor Jesús en la cruz. Es ahí donde tú vas a poder hacer que la carne de pecado que hay en tu corazón muera, y las fuerzas espirituales inmundas dejen de devorarte, lacerarte y destruirte por dentro.

Tú no te puedes dejar vencer por las obras y las fuerzas espirituales de las tinieblas. Tú has nacido para perdonar, humillando tu carne hasta lo sumo, crucificándola en la cruz y bendiciendo en el nombre de Jesús.

Si tú te humillas, las fuerzas espirituales de maldad que habitan en tu carne de pecado, tropezarán y caerán porque no pueden resistir la Presencia del AMOR de Jesús cuando estás acurrucado en Él, mientras te enseña y te revela el perdón. Y en relación a tus enemigos de sangre y carne que han podido mellar tu vida o lo que es parte de ti, ya no quedará nada, solamente AMOR. Y te harás parte de Él, postrer Adán, espíritu vivificante. Esa es la obra de nuestro Dios, cuando estamos acurrucados en Él.

De tal manera que cuando un ejército de demonios acampe contra ti, operando en seres de carne y sangre, haciendo maldad contra ti a tus espaldas, en las tinieblas, en la oscuridad, o de frente —como fuere—, tu corazón del alma estará fortalecido; permanecerás firme, porque no habrá temor de que pronto vuelva ese rencor, resentimiento y venganza, no. Estará su AMOR llenando tu corazón, porque eres parte de la Luz al haber acudido a Él cada día, especialmente en el tiempo de tribulación.

Esto te enseña a permanecer en su Presencia cada día, acurrucado en Él, recibiendo su perfecto AMOR; porque el perfecto AMOR echa fuera el temor. Por eso no temerá tu corazón, y aunque se levante guerra contra ti, estarás confiado, sea externa o internamente; vencerás la guerra que llevas dentro para que el hombre carnal no provoque destrucción, sino recibirás el Poder para que permanezca crucificado, perdonando, amando; así como nuestro Señor Jesús crucificado y muriendo en la cruz nos estaba amando, y contemplaba a su iglesia, su pueblo manchado, arrugado, hediendo por el pecado, y aún así Él nos estaba amando.

Acurrucado en su Presencia podrás entender lo que es la obra de la cruz en tu vida, para poder recibir su AMOR, para que de pronto puedas ver ese cambio en tu corazón. Que donde hubo rabia, indignación, odio, violencia, venganza, resentimiento; ante su sola Presencia, tu corazón pueda ser sanado, y los espíritus malignos huyan. Y así permanezcas confiado, no sobre la arena de la carne, de un corazón carnal, sino parado sobre la Roca, amando aun a quien te haya dañado.

Y así, gracias a su salvación, su sustento y su liberación, ya redimido por Él, podrás estar acurrucado en su regazo, para poder contemplar la Hermosura de su Santidad, y así Conocerás más de Él, de su Templo y su Presencia”.

Pr. Ricardo Claure Peñaloza

PARA QUE SU IGLESIA SE PREPARE… PARA TESTIMONIO A LAS NACIONES